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Especial: La antropología de las creencias

ANTROPOLOGÍA DE LAS CREENCIAS

INTRODUCCIÓN A LA ANTROPOLOGÍA SOCIAL Y CULTURAL
Eloy Gómez Pellón

Introducción:

La religión es una expresión de cultura de carácter universal, está constituida por creencias (magia, superstición) que son prácticas menos racionales y más emocionales que son parte de la cosmovisión, valores y normas.
La cultura es un todo, no puedes separar a la religión de todo lo demás como la política los medios de producción, etc. Cada aspecto de la cultura está matizado de diversidad aunque en su conjunto sean homogéneas debido a la diferencias entre las subpoblaciones e incluso entre individuos. 

Del evolucionismo al particularismo histórico:

La religión jugaba un rol muy importante daba posibles respuestas cuando no se conocía nada; sin embargo, cuando se fue aprendiendo más el campo de la religión se fue reduciendo. Comte, filósofo del siglo XIX, plantea tres estados de la evolución de las culturas, el estado teológico, el metafísico y el científico. Este esquema es muy similar al planteado por Giambattista Vico en sciencia nuova en la que en el último estadio la religión se desmorona y solo sobrevive su aspecto moralista (como sucede actualmente).
Otros  pensadores (como Tylor o Frazer) también plantearon estados análogos para el desarrollo de la sociedad, suponiendo que todas las sociedades pasan por el mismo proceso. Sin embargo, actualmente se sabe que la religión no es superadora de la magia, o viceversa, y que la ciencia no es superadora de la religión sino que todos estos elementos conviven simultáneamente en una sociedad integrada.

De Durkheim y Weber al funcionalismo:

Durkheim fue el primero en refutar la idea de que la religión es un estado inferior en la evolución de las culturas, si no que al ser universal debe de otorgar algún beneficio para los seres humanos y comienza a estudiar a la religión en los pueblos e individuos en lugar de estudiarla en las culturas antiguas. Durkheim fue el primero en estudiar a la religión (sus manifestaciones) como parte de la cultura mediante la observación y la argumentación (método positivo).
Al estudiar la religión de las sociedades primitivas (menos complejas en cuanto a sus creencias) Durkheim se dio cuenta de que el rol de la religión en esas sociedades era como un elemento de identidad, de solidaridad.
Durkheim, en sus obras, discute porque existe la religión; para Durkheim la universalidad de la religión se debe por la existencia del doble dominio de lo sagrado y de lo profano.
Mediante el estudio de la religión (sus expresiones) es posible conocer la vida social debido al carácter social de la religión (contrario a la magia). Es debido a su carácter social que las ceremonias religiosas alimentan y la solidaridad, de modo que lo religioso es una expresión de lo social.
Por otro lado, Weber plantea que las creencias pueden explicar la existencia de sistemas económicos y políticos de diversa índole. Mediante el estudio comparativo de las diversas religiones Weber llega a la conclusión de que la religión es una expresión más de cultura y sociedad. Por lo que un cambio significativo en la cultura repercute en un cambio en las religiones.
A diferencia de Durkheim, los funcionalistas ingleses realizaron trabajos de campo, yendo a los pueblos exóticos que estudiaban, para corroborar sus teorías acerca de la religión. Los funcionalistas estudian las funciones de cada uno de los aspectos de la cultura; y dentro de ellos, a la religión, concluyen que la función de la religión es compenetrar a los individuos en un cuerpo social. También se piensa que la religión y la magia son mecanismos sociales para satisfacer necesidades concretas, resolver problemas directamente (magia) o por medio de los dioses (religión).

Magia y cuestiones asociadas:

La magia: 

A pesar de que ya sean refutado los planteamientos evolucionistas (magia-religión-ciencia) aún existe el convencimiento de que la magia y la religión remiten a formas de comportamiento asociadas a lo incontrolable.
La magia y la religión poseen una lógica, aunque no racional, emocional, y tanto la magia como la religión conviven, se entrelazan y entreveran con la ciencia debido al doble domino (lo sagrado y lo profano). 
Para Frazer la magia era una proto-ciencia debido a que permite establecer una posible explicación de la relación entre la causa y el efecto. Existen dos principios, para Frazer, de la magia. El primero es el de la semejanza (lo semejante causa lo semejante) y del contacto (los objetos que se encontraron en contacto continúan interactuando una vez que se separan).
El mago es un producto de la cultura, debido a que no solo él cree en sus prácticas sino también la sociedad en la que vive. Los magos piensan que, en determinadas circunstancias, es posible manipular las fuerzas sobrenaturales.
De no existir la magia, las personas quedarían indefensas ante las situaciones de crisis social.
Chamán indio


Hechiceros y brujos: 

La magia invade todos los intersticios de la sociedad y sus mejores especialistas son los hechiceros y brujos. La diferencia fundamental entre ellos reside en que mientras los hechiceros manipulan sustancias y objetos, los brujos poseen un poder intrínseco y oculto. A los hechiceros se les asocia con la magia blanca y a los brujos con la magia negra (causantes de todos los males). Los brujos en África, al igual que las brujas de Europa, son seres débiles a los que fácilmente se les puede acusar de causar un desastre inmerecido, a partir de una simple suposición, y no es raro que esto se castigue con la muerte. 

La adivinación: 

El adivino manipula objetos en los cuales halla reglas o pautas que le permiten ofrecer una respuesta a cierta duda El medium es un individuo que tiene la facultad de hablar con personas que, estando ausentes, conocen la respuesta a sus preguntas. Su personalidad aparenta estar un tanto disociada, de forma que su voz parece extraña, cual si no hablara por sí. Parece como si recibiera instrucciones procedentes de otro lugar y de otro tiempo. En las sociedades donde la magia y la adivinación ocupan un lugar importante el trabajo de los adivinos es insustituible. La adivinación está vinculada a las creencias, pero no sólo de tipo mágico, sino también de tipo religioso (la frontera entre las unas y las otras es difusa).
Sobre la religión:

La religión: 

Los seres humanos tratan de buscar explicaciones causales, y a falta de ellas recurren a algunas no racionales pero útiles para sobrellevar la falta de conocimiento. Por lo que en las sociedades modernas es menor la influencia de la religión y la magia, ya que la ciencia responde a la mayoría de estas preguntas; sin embargo, la religión aún es intrínseca a la cultura.
Existen diferentes enfoques en cuanto al análisis de la religión: el primero (evolucionista) establece que la religión es ajena a la cultura, el segundo establece que la religión es una parte interna del mundo espiritual de las personas y el tercero establece que la religión es un componente de la cultura.

Fuerzas sobrenaturales: 

En algunas partes del mundo existe la creencia en una forma característica del poder sobrenatural que podemos calificar de impersonal. Con esto se crea el concepto de maná, o fuerza superior de la naturaleza. En polinesia se asocian el maná a los objetos naturales (p. ej. piedras) que pueden perder este poder por determinadas circunstancias. En cambio en Melanesia, el maná era una fuerza superior que poseían los jefes o hombres de la política por lo que el contacto de una persona normal con alguno de ellos era inconcebible, el tabú (lo que no se puede tocar) implicaba la protección de lo sagrado y su separación de lo profano en este contexto. Con esto es fácil darse cuenta de que la sociedad Polinésica era más igualitaria que la Melanésica. El tabú, por tanto, constituía un mecanismo de conservación de las diferencias. La creencia se hallaba anclada en otra complementaria: el mana del jefe protegía al grupo.

Ánimas, dioses y otros seres sobrenaturales: 

Los evolucionistas, con Tylor a la cabeza, prestaron mucha atención a la creencia en el ánima, entendiendo que la misma podía encerrar los orígenes de la religión. La creencia en ánimas implica la adhesión a un principio según el cual éstas no mueren jamás, a la vez que siguen operando sobre las vidas de los presentes. Este concepto puede coexistir con la idea de maná (desarrollada en Oceanía).
Por lo que puede verse en el estudio comparado de las religiones, es frecuente que los creyentes ordenen un universo poblado de fuerzas y seres sobrenaturales.
Máscara mexicana

Los especialistas religiosos: 

Al contrario de lo que sucede en la magia, donde la presencia del especialista es, indispensable, en la religión existen muchos actos en los que no es necesario el concurso del especialista. El adiestramiento del especialista religioso puede ser en algunos casos muy elaborados y en otros algo rudimentario. Los especialistas religiosos son normalmente varones, aunque en algunos casos son mujeres las que dirigen los ritos religiosos.
En las sociedades donde existe la religión chamanística, el chamán es un hombre, casi siempre, venerado y temido, dotado de ciertas condiciones para el trance, que puede acceder al éxtasis en determinadas condiciones (p. ej. con danzas, bebidas alcohólicas o alucinógenos). Aunque el oficio de chamán es algo aprendido, también se requieren ciertas predisposiciones. 
Chamán uranina

En las religiones no chamanísticas, el sacerdocio se encuentra controlado por instituciones; por lo que las prácticas rituales siguen ciertas pautas, es decir, se hallan homologadas. Además, mientras que el sacerdocio en las religiones no chamanísticas comporta un oficio a tiempo total, el chamán se dedica a un oficio que es más bien discontinuo. Sin embargo, el chamán es algo más especial que el sacerdote debido a que requiere de ciertas cualidades específicas para ir y venir del mundo sobrenatural, en cambio el sacerdote no las tiene.

Los ritos:

La característica fundamental de los ritos es que se remiten a actos formales, repetitivos y pautados. En ocasiones, a la suma de ritos se la denomina ceremonia o, incluso, ritual.
Un grupo de ritos son conocidos con el nombre de ritos de pasage. Todas las sociedades solemnizan los momentos de tránsito de sus miembros. Así sucede con el ingreso (ceremonias bautismales), la adolescencia (ceremonias de iniciación), el matrimonio, el deceso (ceremonias mortuorias), etc. En cualquiera de estos ritos la participación de la comunidad refrenda el hecho y acentúa la solidaridad y la identidad grupal.
También se reconocen otra clase de ritos llamados expiatorios, que tienen un carácter, más bien, personal. Son ritos propios de sociedades en los que el azar de la enfermedad o de la muerte es interpretado como la consecuencia de la ofensa infringida por los humanos a las fuerzas o seres sobrenaturales. Por lo que es necesario redimirse ante ellos con esta clase de ritos.
Además de los ritos señalados, todas las sociedades tienen ritos ordinarios, de reunión periódica de la comunidad para venerar a los seres sobrenaturales, que se complementan con otros extraordinarios de carácter festivo que representa la identidad de un grupo social.

El mito:

Las sociedades humanas cuentan con narraciones idealizadas, en las que lo real y lo imaginario se entreveran para dar lugar a relatos correspondientes a temporalidades distintas de la real que se transmiten de generación en generación. Los mitos también poseen un carácter aleccionante.
Durkheim percibió que la función del mito era similar y complementaria con la del rito, en el sentido de que son dos fuentes inagotables de solidaridad y de identidad grupal. Aunque para otros la función de mito es atenuar las contradicciones reales.
Además, de acuerdo con la teoría freudiana de los sueños (Sigmun Freud y Carl Joung), si éstos son la expresión de los deseos insatisfechos del individuo, el mito cumple un papel análogo a nivel colectivo. El mito es universal, igual que el inconsciente colectivo.
La mitología es la expresión misma de una manera de ver el mundo que es propia de los seres humanos, la forma mítico‐mágica, frente a otra forma de contemplar el mundo que es, igualmente, característica de los humanos: la forma empírico‐racional que anida en la ciencia.

Religión y cambio:

Los procesos de cambio que afectan a la cultura no son ajenos a la religión, en cuanto parte de aquella. Sin embargo, no es necesario que entren religiones distintas en contacto, sino que los cambios en la cultura, en general, pueden provocar actitudes mesiánicas en la religión. Dado que la llegada del nuevo reino encierra una idea de felicidad eterna, el milenarismo se acompaña de impaciencia, tanto mayor en lugares del mundo en los que la pobreza, la enfermedad y las malas condiciones de vida son una evidencia. Esto es característico de las religiones cristianas; sin embargo, también está presente en muchas otras religiones. 
Los cuatro jinetes del Apocalipsis

Melanesia, y el Pacífico Sur en general, vivió un momento de intenso milenarismo en los últimos años del siglo XIX y en los primeros del XX. Las religiones cristianas iban a las diferentes islas, en sus grandes barcos, a convertir a las personas a su religión con alimento y otros bienes. Esto derivo en un mito, conocido como el mito de cargamento consistente en suponer que sus antepasados harían posible que ellos, los vivos, disfrutaran del arsenal de riquezas que en aquel momento sólo poseían los occidentales. Estas riquezas llegarían a sus islas en barcos cargados de bienes y regalos que les reportarían una espléndida felicidad.
Los mitos milenaristas no sólo contemplaban a los pobres convertidos en ricos. En algunas islas también floreció el mito de que los nativos convertirían su piel oscura en otra clara como la de los blancos. Nótese que el choque de culturas había provocado una desestabilización colectiva en el
Pacífico Sur que tuvo repercusiones de todo tipo.

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